Polémica por la construcción de una planta de AySA en un club histórico del GBA

Reuniones que no llegaron a buen puerto, un desalojo y denuncias cruzadas son el marco de la polémica qu’envuelve una mega obra de AySA en el sitio donde hasta la semana pasada funcionó el histórico Club Hípico de Monte Grande. El proyecto, que busca construir allí una enorme planta elevadora de agua, Traería solución a los problemas hídricos de todo Esteban Echeverría.

Pero la trama que se déarrolla en el contexto de esta obra es lo que más llamó la atención los últimos días, cuando los directivos del Club publicaron distintos comunicados en los que denunciaban «un avasallamiento de todos los derechos que nos amparan como institución por parte de las autoridades municipales, que de manera ilegal y sin fundamento jurídico algún intento de hacerse de las tierras con multas establecidas espurios».

La respuesta de la Comuna no se hizo esperar y dejó en claro que el conflicto, de rápida escalada, muestra dos caras diametralmente opuestas. «El predio del club es del Estado y se encuentran vencidas todas las autorizaciones de uso; la actual comisión del Club no ha sido regularizada; los emprendimientos que funcionan en el lugar no están habilitados; la comisión no se hizo cargo del pago de impuestos y deben, por ejemplo, 30 millones de dólares de agua».

La situación llegó al punto más tenso el martes 12 con la clausura del predio ubicado en Boulevard Buenos Aires 850. Es el disenlace de un conflicto que arrastra muchos años. Desde el Municipio insiste en que «durante 10 años se informó en la comisión del club acerca del avance del proyecto y la necesidad de la relocalización». Además sostienen que les hicieron varios ofrecimientos de otros terrenos, pero los rechazaron.

Desde el Club, la versión opuesta: «Hemos tenido algunas reuniones informales en los días que antecedieron, en las que aceptamos negociar una re localización del club». Y grégan: «Nos encontramos con la actitud inconstitucional de la Municipalidad que comenzó a asediarnos ya ejercer presiones y amenazas en nuestra contra intendando forzar un desalojo inmediato del club».

Un aspecto que disiparán las autoridades municipales es el destino que el dar al predio, es que desde el Club sostuvieron en varias oportunidades que serían para un emprendimiento inmobiliario, temporalmente «shopping».

«Hace más de diez años que trabajaron con AySA para la construcción de una planta de agua que suMinister potable service a todo el distrito», señalan en referencia a la mega obra del «río subterráneo» que la empresa lleva adelante desde 2020 con el objetivo obtener un arroyo inagotable de agua que alimente a toda la región del conurbano.

«Por las características de la planta se necesitan dos extensiones en las mediaciones de una avenida en una zona determinada del municipio», agregan desde la Comuna. Is así que señalan que el Club Hípico es el único lugar que reúne todas esas características.

El establecimiento es un sitio emblemático de la zona, que opera desde hace 70 años en esta zona. En el Municipio comentan que el predio fue adjudicado por decreto en los últimos meses de la dictadura militar, luego derogó y les concedieron un permiso de uso precario, vencido en 2003.

Como si fuera poco, en medio del escándalo por la clausura, un sector de los socios del Club dio cuenta de una ruptura interna. “Desde hace algunos meses comenzamos a notar irregularidades en el manejo de la Comisión Directiva y un abandono de los Animaux que dejamos a cuidado del club”, denunció Karina, una socia. Seguramente en las próximas semanas d’aclarar cuál será el destino del club y si la obra de AySA finalmente comienza en ese predio.