marzo 19, 2025

Bruselas negocia el cierre de una nueva política agrícola común tras tres años de debates | Economía

Bruselas negocia el cierre de una nueva política agrícola común tras tres años de debates |  Economía
Concentración de asociaciones agrarias de toda Europa para pedir un acuerdo duradero sobre la PAC, el pasado viernes en Bruselas.
Concentración de asociaciones agrarias de toda Europa para pedir un acuerdo duradero sobre la PAC, el pasado viernes en Bruselas.Ricardo Ruiz Varo / EFE

Tras el acuerdo político firmado el pasado mes de octubre y el alcanzado en las últimas horas entre la Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeo, los Ministros de Agricultura comunitarios intentarán cerrar las negociaciones para la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) entre este Lunes y martes. ), que se han desarrollado en los últimos tres años y cuya entrada en vigor se ha pospuesto dos años, hasta el 2023. Si se llega a un acuerdo, el ministerio que encabeza Luis Planas negociará las condiciones para su aplicación durante los próximos quince con las comunidades autónomas, que debe estar recogido en el Plan Estratégico que se está pactando con las Comunidades Autónomas que se presentará en Bruselas a finales de año.

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En términos generales, hay cuatro líneas que marcarán la diferencia en la nueva PAC: el mayor peso de la política verde, ya que representa más del 40% del presupuesto debido a una mayor condicionalidad; un impulso a la política de redistribución de fondos; mayor simplificación en su gestión; y la obligación de verificar la efectividad de las acciones, más allá de los controles para determinar que el gasto se realizó correctamente.

En el caso de España, la nueva PAC contará con 47.724 millones de euros en un período de siete años, de los que alrededor de 5.000 millones anuales corresponden a pagos directos, un volumen similar al recibido en el período anterior, pero por efecto de la inflación que la industria considera es un 10% menor. Según un estudio de la UE, los fondos totales de la PAC representan el 36% de los ingresos de una explotación y los pagos directos por sí solos representan el 26%. A nivel mundial, de los 5 billones de fondos para pagos directos, los recursos destinados a la ayuda a la renta básica representarán casi el 60%.

Una de las innovaciones más importantes es la política de eco-esquemas, medidas complementarias que un agricultor o ganadero puede implementar más allá de las condiciones de condicionalidad para recibir ayudas. Con este fin, España defendió inicialmente solo el 14% y luego se unió al 20% recaudado por Alemania. El Parlamento Europeo ha propuesto que este porcentaje llegue al 30% y finalmente será del 25%, que debería aplicarse de forma progresiva a lo largo de dos o tres años a partir del 20%. Para España significa desviar más de 1.000 millones de euros de pagos directos.

En principio, los planes ecológicos serían obligatorios para todos los países. En España entrarían en vigor prácticas como mejora de la sostenibilidad de los pastos, sistemas de siega, márgenes, rotación de cultivos, cobertura verde, pastoreo extensivo, agricultura de precisión, gestión de nutrientes, alternativas a la combustión, de rastrojo, mejora y conservación. mejora de la biodiversidad. El consejero de Agricultura de Aragón, Joaquín Olona, ​​cree que las pequeñas y medianas explotaciones deben ser las destinatarias prioritarias.

Un límite por beneficiario

Como parte de la política redistributiva defendida por la UE, se negoció un tope de 100.000 € por peticionario con un ajuste del 25% desde 60.000 €; 50% entre 75.000 y 90.000 euros; y 80% desde 90.000 euros. Su aplicación será voluntaria en cada país. Los ministros deben definir los topes de convergencia de ayudas en el marco de la UE para corregir las diferencias actuales y se estima que será del 85% en 2026. En España, Agricultura lo ha regulado estableciendo que en la misma región el pago más bajo en 2021 Tendrá que superar el 70% de la media regional para llegar al 80% en 2022, medidas que han sido motivo de protestas en algunos territorios. El objetivo oficial es que un agricultor pague lo mismo por el mismo negocio que otro. Es necesario establecer el porcentaje de fondos a destinar a la política redistributiva y el porcentaje máximo a pasar de un pilar a otro, pagos directos y desarrollo rural. La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) defiende que los pagos redistributivos son, al menos, el 12% de los fondos para apoyar a las explotaciones familiares.

Las ayudas a la integración de los jóvenes en la actividad agraria, que actualmente representan hasta el 2% de los fondos, mejorarán al tener que alcanzar «al menos» ese 2%, con un tope de 100.000 euros.

Una puerta abierta al debate de última hora es la exigencia de condicionalidad social y el cumplimiento de las normas sobre contratación de mano de obra para la recaudación de ayudas. En cuanto a la definición del agricultor que es el beneficiario prioritario de la ayuda, las propuestas prevén la necesidad de que los ingresos de la actividad representen al menos entre el 20% y el 30% de los ingresos totales. El número de las primeras hectáreas de una finca debe definirse con más ayuda.

El coordinador de las organizaciones de agricultores y ganaderos (COAG) pide que se mantenga la prioridad en los pagos a los profesionales. También apoya la política medioambiental, pero teme que con los enfoques actuales de política verde, la reducción de fertilizantes, productos fitosanitarios, antibióticos o más superficie ecológica, la misma autosuficiencia alimentaria en la UE, defendida por la PAC inicial del pasado. , se está poniendo en riesgo de un siglo, en un escenario de escasez mundial de alimentos. Mientras tanto, subraya, hay barra libre para las importaciones de países con menos controles y otros requisitos de calidad, que ponen en peligro la vitalidad de las explotaciones familiares frente a los grandes grupos.