abril 23, 2024

El gobierno argentino acusa a la Corte Suprema y la acusa de golpe de Estado | Internacional

El gobierno argentino acusa a la Corte Suprema y la acusa de golpe de Estado |  Internacional
Alberto Fernández, presidente de Argentina, en una imagen de julio de 2020.ESTEBAN COLLAZO / AFP

Más información

Alberto Fernández sufrió un nuevo revés. La Corte Suprema de Justicia de Argentina dictaminó que el gobierno nacional no podía ordenar el cierre de las escuelas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a pesar de la emergencia sanitaria, porque esto violaría los derechos constitucionales. Se esperaba un fallo al respecto. Menos previsible fue la furiosa reacción del presidente y su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que acusó al tribunal de golpe de Estado y de «decrepitud». La guerra entre el poder ejecutivo y el poder judicial ha llegado a un punto crítico.

El expresidente y actual vicepresidente fue liberado a través de su cuenta de Twitter. «Está muy claro que los golpes contra las instituciones democráticas elegidos por voto popular ya no son lo que solían ser», dijo, comparando el fallo de la Corte Suprema con golpes militares anteriores. «La Corte Suprema acaba de decidir, en medio de una pandemia decretada por la OMS, emergencia sanitaria sancionada por el Congreso Nacional y con más de 65.000 muertos en Argentina, que el Poder Ejecutivo Nacional no tiene facultades para tomar medidas sanitarias». dijo. Luego bromea que para gobernar el país, más que ganar unas elecciones, lo mejor era «presentarse en competencia por un puesto de juez».

El presidente Alberto Fernández tampoco se contuvo. “Soy un hombre de derecho, respeto las decisiones judiciales, pero no saben lo que me duele la decrepitud de la ley transformada en sentencia; es el momento que me ha tocado y tenemos que luchar contra eso también ”. Y aseguró que seguirá «cuidando la salud de argentinos y argentinos aunque escriban muchas hojas de frases».

El oficialismo quedó profundamente herido por la derrota judicial contra el jefe del gobierno porteño, el macrista Horacio Rodríguez Larreta, quien optó por mantener abiertas las escuelas de su circunscripción luego de que la Casa Rosada emitiera un decreto de emergencia nacional en el que se establecía un toque de queda desde 8 pm y se ordenó el cierre de escuelas. Alberto Fernández quiso frenar el vertiginoso aumento de contagios en el área metropolitana de Buenos Aires. Larreta argumentó que no se había probado que las escuelas estuvieran en el centro de una pandemia y que en última instancia la decisión le correspondía a él, debido a la autonomía que la reforma constitucional de 1994 le dio a la capital del país.

Cuatro de los cinco miembros de la Corte Suprema (hubo abstención) coincidieron en que la ciudad de Buenos Aires gozaba de derechos federales similares a los de las provincias (el asunto se encuentra en discusión desde 1994) y que la sentencia debe establecer la jurisprudencia para el futuro. Criticaron la redacción del Decreto Nacional de Emergencia, que ya había caducado y reemplazado por otro, y no consideraron el argumento del gobierno de que la ciudad y la provincia de Buenos Aires debieron haber marchado de la mano porque el territorio que comparten, el tan- denominada Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), fue la principal fuente de contagio del país. Según la Corte Suprema, la AMBA es una entidad administrativa sin entidad institucional, por lo que prevalecen los derechos de capital.

La provincia de Buenos Aires es el gran baluarte del peronismo kirchnerista y su gobernador, Axel Kicillof, muy cercano al vicepresidente, fue quien más empujó a Alberto Fernández a cerrar escuelas en todo el país. Necesitaba lidiar con la ola pandémica y prefería que la Casa Rosada asumiera los costos políticos. En realidad, Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof se han convertido en un poder de facto capaz de imponer decisiones al presidente, o de anularlas, como demostró hace unos días cuando Alberto Fernández ordenó la destitución de la subsecretaria de Energía y el dúo Cristina- De hecho, Axel ordena al subsecretario que permanezca en su puesto. El subsecretario, Federico Basualdo, sigue en su despacho.

El fallo de la Corte Suprema y la consiguiente reacción del presidente y vicepresidente han aumentado la intensidad del conflicto entre el poder ejecutivo y el judicial. Los múltiples casos abiertos contra Cristina Fernández de Kirchner por diversos presuntos delitos, entre ellos la corrupción y el enriquecimiento ilícito, están en el origen de una crisis que erosiona la estructura institucional del país. Fue significativo que, a pesar de la extrema gravedad de la situación económica en Argentina, la justicia fue la primera gran reforma emprendida por la administración peronista.

El jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, ya había marcado el éxito político de enarbolar la bandera de la educación en desobedecer el decreto de Fernández. El fallo de la Corte Suprema lo fortalece como una figura destacada de la oposición y un posible candidato en las elecciones presidenciales de 2023.

Registrate aquí por Boletin informativo de EL PAÍS América y reciba todas las claves informativas de la situación actual de la región