abril 25, 2024

Corrupción: Videgaray, Lozoya, Robles, Peña Nieto … casos contra el estancamiento del PRI mientras López Obrador ofrece pactos

Corrupción: Videgaray, Lozoya, Robles, Peña Nieto ... casos contra el estancamiento del PRI mientras López Obrador ofrece pactos
El expresidente Enrique Peña Nieto y el entonces secretario del Tesoro Luis Videgaray en una ceremonia pública en 2016Darío López-Mills / AP

Los últimos avances en casos contra altos funcionarios del PRI se han producido más en el terreno superficial de las sanciones administrativas, golpes de estado patrocinados por el gobierno, que en las decisiones sustantivas de los tribunales. El martes, el Ministerio de la Función Pública anunció la inhabilitación de 10 años de Luis Videgaray, el hombre fuerte del expresidente Enrique Peña Nieto, por irregularidades y retención de información sobre sus bienes. Esta semana también se conoció que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), dependiente del Ministerio de Hacienda, prepara la sexta denuncia contra el exdirector de Pemex Emilio Lozoya.

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Los dos movimientos contrastan con la opacidad y falta de transparencia con la que el juicio judicial contra Lozoya, detenido hace más de un año, así como el estancamiento del juicio contra la exsecretaria Rosario Robles, la única presidenta del PRI en prisión por la mega corrupción. trama conocida como Master Scam. Todo ello, en medio de una resaca electoral que ha colocado al PRI en una posición privilegiada como posible socio de Morena en el Congreso y con la consulta para juzgar a ex presidentes, prevista para el 1 de agosto, como un nuevo hito en el horizonte. . .

Según un informe filtrado en noviembre, la Fiscalía General de la Nación (FGR) ya presentó una orden de aprehensión contra Videgaray en el caso Odebrecht en dos ocasiones. En ambas ocasiones los jueces los han destituido por el momento por cuestiones de forma, pero el cerco de la Justicia se está apretando cada vez más contra quien fue Canciller, Secretario de Hacienda y encargado de la campaña de Peña Nieto en 2012, sobre la que también sobrevuela el objetivo de la Fiscalía.

Videgaray tiene dos frentes judiciales abiertos: las acusaciones de Lozoya de ser responsable, junto con el expresidente, de recibir y gestionar millonarios sobornos de la constructora brasileña Odebrecht; y las acusaciones de otro alto funcionario del PRI de ordenar el desvío de recursos millonarios de programas de hambre social para comprar votos y financiar campañas del PRI. Pero de momento solo le llama la atención la veda administrativa de los cargos públicos desde hace una década por «la falta de veracidad de sus declaraciones patrimoniales durante tres años consecutivos», según el comunicado de prensa del Ministerio de la Función Pública, el ministerio que monitorea irregularidades administrativas.

El meollo del proceso judicial sobre la ramificación de la red de millonarios sobornos de la constructora brasileña Odebrecht también permanece paralizado. Lozoya fue detenido en febrero del año pasado en un complejo residencial de lujo en España. Extraditado a México el 29 de julio, el exdirector de Pemex fue finalmente procesado por los delitos de lavado de activos, conspiración y corrupción.

Desde entonces el caso se ha desarrollado entre la falta de transparencia y la polémica provocada por los beneficios otorgados al político a cambio de la colaboración con la justicia. Como parte del acuerdo, Lozoya acusó a la cúpula priista durante el gobierno de Peña Nieto de haber recibido y asignado aproximadamente $ 500 millones para la campaña electoral de 2012 y para comprar votos a los congresistas opositores para asegurar la aprobación de la controvertida reforma energética. Mientras crecen los temores de que el escándalo de corrupción, con repercusiones en el equilibrio político de México, quede impune, la única noticia sobre el caso es la nueva denuncia anunciada por la UIF, que acusa a Lozoya de gestionar una red de empresas fachada en colaboración con Odebrecht para desviar otros 200 millones de dólares.

También se encuentra el juicio contra Rosario Robles, la única exministra de Peña Nieto encarcelada, desde 2019, por su implicación en una mega trama de corrupción conocida como Master Scam, perpetrada en los años del gobierno anterior y que rondaría los 400 millones de dólares. estancado. . A principios de este año, la exsecretaria de Defensa tanto de Desarrollo Social como Agrario, Territorial y Urbano comenzó a negociar un convenio con el Ministerio Público para reducir su condena a cambio de declararse culpable de los delitos que se le imputan, ejercicio indebido del servicio público. y omisión, que al final hubiera permitido desviaciones millonarias. Hace dos meses, en un nuevo giro defensivo, Robles volvió a declararse inocente, volcando el posible acuerdo con la Fiscalía y devolviendo la pelota al punto de partida: la acusación de 21 años de prisión y el pago de 250 millones de euros. dólares en daños.

En este contexto de tira y afloja, llegaron los resultados de las elecciones del domingo. El aumento de escaños del PRI lo coloca como un posible socio para que Morena logre una mayoría calificada. Las tres cuartas partes de la Cámara necesarias para abrir la puerta a reformas constitucionales son el caballo de batalla de López Obrador para la segunda mitad del sexenio. Consciente de la posición estratégica en la que se ha mantenido la bancada priista, el presidente ya les ha echado el primer guante como futuros socios parlamentarios. De fondo también está el controvertido referéndum para que la ciudadanía decida si juzgar o no a los últimos cinco expresidentes, entre los que se encuentran los miembros del PRI Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Enrique Peña Nieto. Una vez que la propuesta haya sido lanzada por el presidente y su constitucionalidad validada por el Tribunal Supremo, la consulta tendrá lugar el 1 de agosto.

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