En el minuto 42 de la primera parte, el Barça tuvo que tomar partido ante el Oporto cuando, con un barullo en la zona azul, un plus, la pelota cayó a Varela, que la puso, con mimo, junto al palo de Iñaki Peña. . No es cierto que algunos aprendieron que estos tiros flotantes, mimosos, suaves, suelen ser un problema para los portadores en acciones que deben exigir una solución rápida, ágil y decidida. De los que siguen un tiro duro y colocado, y que ofrecen un impulso con determinación para luego encontrarse con un balón que parece más lejano, más colocado, con un efecto que complica el destino y en el origen de una gran fuerza obligada a surgir. mucho en el despeje. Por el contrario, quien lo dice en Donnarumma, el balón está ahí, suelto en la zona y disputa para que salga un delantero y la orden de salvar en la roja.
Pues bien, en este segundo tiempo, Iñaki Peña garantizó el primer instinto para salir que el hubiera situado cayendo hubiera llegado a la pelota. Y sin embargo, con malas intenciones, se moverán centímetros más arriba que sus manos hacia el rojo. Pero sólo hay que garantizar el movimiento si va acompañado del lanzamiento de balón, porque buscará el balón con determinación y en la última pelea, con un sutil, un sencillo y un primer giro de balón, enviando el balón a córner cuando otro lo lanza en relación con la posibilidad de recuperación.
Perdonnen que me haya puesto muy de portero porque, seguramente, tuve el placer de ese eterno recuerdo de Mario Hermoso, o de este extraordinario paso con el exterior de Bellingham —Escribiré quién entrará con Modric para estos aprendizajes, pero para mí que se acaba de enseñar al 5 del Madrid-, o fue con ese primer empujón de Kubo que puso el balón en la escuadra y con el portero del Salzburgo (Red Bull Salzburg en la liga austriaca) que ganó el partido con una gran parada. . Está con este tobillo de goma de João Félix para marcar el segundo gol del Barça. Pero, de vez en cuando, mis genes portadores me llevan a quedarme y paladear una de esas acciones que deberían pasar por desapercibidas.
También es el hecho de que Iñaki Peña quisiera sustituir a Ter Stegen en un momento decisivo de la época, en momentos de dudas y de talento, en los que sólo están a medio camino entre la calidad de un jugador y su personalidad para disputar estos partidos lo que Son exigentes en el terreno de juego e intensos en el terreno mental. Y a todo ello respondió “presentar” al portero azulgrana, demostrando que está ahí por sus méritos y cualidades, que puede confiarle en los momentos más exigentes.
También reflexioné sobre la presencia de transportistas españoles en La Liga y noté que lo que tenía un año era habitual, tener un transportista español, hoy se ha convertido en una rareza. No digo que quiera poner a un jugador, ni a un jugador, por su nacionalidad, porque eso es lo que pasa en eficiencia y resultados, y las soluciones hay que buscarlas en el planeta del fútbol (ese es el resultado inmediato que tiene un muchos daños). Pero ya hace un año que los jugadores del equipo entraron en nuestra liga, más Pepe Reina o David De Gea, que se ocuparon de la vestimenta del presidente del Gobierno. Ahora tenemos a David Raya y Roberto Sánchez, que abrirán cosas complicadas en el fútbol inglés para el defensa ahora portero más prestigioso del Arsenal y el Chelsea.
No seas quien ponga en duda, solo faltaría, a los Courtois, Ter Stegen, Oblak o Mamardashvili, por ejemplo, sino por ahí y también Iñaki Peña, Álvaro Valles o Fran Vieites, sin olvidar a Unai Simón, Kepa, Remiro ( Vaya, él es mi hijo. hecho en Lezama), Raya, Sánchez y su compañía para demostrar que tienen mucha calidad en estos jóvenes chicos de la casa que también merecen su atención. Otro mar en solitario para un gran movimiento de muñeca.
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