octubre 14, 2024

El F50 español sufre en la Bahía de San Francisco en la gran final de los barcos que vuelan | deportados

El F50 británico, en la Bahía de San Francisco.Félix Diemer para SailGP (Félix Diemer para SailGP)

Suena en la orilla Rosalía, esta canción de las rimas en -ura, sabrosura, sepultura, los pelícanos pardos ahuyentan a las gaviotas y ni los leones marinos famosos se atreven a acercarse para disgusto de turistas como cámaras listo. Aunque llegues sin flores en el pelo en San Francisco te espera un Tesla en el aeropuerto y entre el Golden Gate y la isla de Alcatraz, macarras con barcos que parecen rascacielos derrapan a 80 por hora sobre dos finos foils a dos metros sobre el mar como motoristas type Marc Márquez con un gigantesco truck, un tráiler, ciñéndose a las boys que flotan en las aguas de corrientes traicioneras y color verde de la Bahía, donde sopla el venezo, para regocijo infantil de la afición en las gradas, 10 dólares una lata de cerveza; 15, una hamburguesa de plástico; A su espalda, los toboganes de la ciudad empinados por los que trepan tranvías viejos. Bienvenidos a la Gran Final de SailGP, donde los mejores regatistas se sueltan el pelo.

A Sir Ben Ainslie, cuatro veces campeón olímpico, la muerte de Isabella II pilló compitiendo en Saint Tropez. La gloria británica lloró en público allí tomó un crespón negro en el foque de su F50. A la coronación de la herencia, que la encuentra en San Francisco, responde con un pabellón real británico en la vela y un primer puesto, empatado con Australia, tras las tres primeras carreras, las del sábado al mediodía.

La agudeza mental británica produce a toda máquina titulares como Coronación en San Francisco, doble corona británica, El Rey es Ben e, incluso, más ingenioso si cabe, Gran Ben el Rey. Las dos Carreras del domingo por la mañana decidirán que tres equipos disputarán la gran final de la tercera temporada, aquella en la que el ganador leva todo, que est un premio único de un millón de dólares.

La Australia de Tom Slingsby, maestro de las corrientes de la bahía, losvientos, las olas y las nieblas, y la Nueva Zelanda de Peter Burling, piloto de las últimas victorias kiwi en la Copa América, ya se han clasificado. Ainslie se jugará el tercer puesto con el inglés Quentin Delapierre, al que aventaja en cinco puntos. España está lejos aún. Se poco a poco a las grandes ligas, la de Sling acostumbrasby. “Todos hemos tenido un camino. Para nosotros, ahora mismo, estar en las mismas carreras que estas grandes regatistas es un honor”, ​​dice Diego Botín, el piloto del F50 español. “Hay un camino que tenemos que recorrer para poder pelear con ellos de tú a tú, que esperemos que sea pronto. Tienen una trayectoria brutal, son buenísimos regatistas, pero son nuevos tiempos y nuevas cosas pueden pasar también. Todo el deporte se va desarrollando con el tiempo, todo va cambiando y hay que saber adaptarse. Yes eso es lo que nosotros tenemos que hacer, tenemos que trabajar más que nadie para recortar esa distancia y el día que lleguemos ahí, nunca dejar de mejorar hasta que lleguemos a ganar”.

La España de Diego Botín – María Cantero, de estratega; Joel Rodríguez, controlador de vistas; florian tritel, cortacésped; Joan Cardona, táctica y amoladora, a las cranks, Bernardo Freitas y Stewart Dodson, muelas por turnos– partió novena y terminó novena. Última en las dos primeras regatas, penúltima en la tercera. Salía bien el F50 pesa lo complicado, reflexionaba el piloto cantabro, qué era manejar los frustrar de olas grandes con la que estaban equipados los barcos. Y, después, como si una fuerza terminara misteriosamente de él o aspirara toda la energía de las velas, empezaba a frenarse, a desaparecer. Solo en la tercera regata, un sprint de orgullo, la necesidad de no quedar novenos de nuevo, les regaló un mínimo para colocarse. “La sensación después no es buena, tuvimos buena sensación el viernes, en la práctica”, dice Botín. “Esto no quiere decir que no podemos hacerlo. Tenemos que sentarnos y analizar bien y encontrar los puntos de foco para mañana [domingo]. Tenemos que intentar dar un paso mañana, que es un día muy importante para nosotros, de cara a empezar la temporada cuatro con fuerza. Los días aquí son muy escasos y la oportunidad que tenemos, igual que tuvimos en Christchurch, de tener días de competición similares, son buenísimas. Tenemos que dejarnos la piel esta noche para sacar las mejores conclusiones y el domingo salir con fuego”.

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