noviembre 9, 2024

El rompecabezas legal para grabar un videojuego | Negocio

El rompecabezas legal para grabar un videojuego |  Negocio
El festival de videojuegos NiceOne celebrado en Barcelona en 2019.Paco Freire / SOPA Images / LightRocket a través de Gett

La industria de los videojuegos en España registró una facturación de 1.747 millones de euros en 2020, un 18% más que el año anterior, según la Asociación Española de Videojuegos (AEVI). El sector genera 9.000 empleos directos y más de 23.000 indirectos, pero a pesar de su progresión ascendente, el videojuego no está reconocido por la legislación como una obra con naturaleza jurídica propia. Este hecho hace necesario registrar individualmente cada elemento del juego electrónico para que cumpla con los requisitos legales para ser considerado una «obra» de forma independiente. Los componentes son diferentes, como enumera Pilar Sánchez-Bleda, socia de Auren y directora del departamento de Media & Tech. Por un lado está la parte audiovisual: el audio – voces de los personajes, sonidos y música de fondo -, el elementos gráficos – dibujos de personajes y mundos inventados, imágenes de pantalla de carga, portadas – y elementos literarios – trama y guión. Por otro lado, el programa informático, es decir, el código fuente del Software.

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De tal forma que, como señala Elena Ordúñez, responsable del área de propiedad intelectual y audiovisual de Pons IP, si en un videojuego solo el Software todos los contenidos audiovisuales quedan desprotegidos y si, por el contrario, solo se registra el juego como obra audiovisual, es el programa informático el que carece de protección legal. “Si a esto le sumamos que los autores de la Software y el resultado audiovisual que componen la obra multimedia puede ser diferente, de inmediato queda claro por qué la protección legal de los juegos electrónicos es posible pero compleja ”, subraya el abogado.

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Sin embargo, recuerda Luis Tolmos, director general de Registrasoft, en España la propiedad intelectual de los videojuegos está protegida por la simple creación de la obra original, compuesta por las diferentes piezas sujetas a derechos de autor. Es decir, la protección surge desde el momento de su creación, sin necesidad de realizar ninguna acción específica. No obstante, subraya David Gómez, socio director de Baylos, «es muy recomendable aportar pruebas de esta creación para hacer más eficaz su defensa». Puede obtenerse registrando las distintas partes de la solicitud en el Registro de la Propiedad Intelectual, mediante escritura pública o contactando a los proveedores de servicios de registro de derechos de autor digital.

Todo ello para evitar copias ilegales, un problema que cada vez más azota al sector de los videojuegos. Según el último informe disponible del Observatorio de Piratería de la Coalición de Industrias y Creadores de Contenidos, que ofrece datos para 2019, el consumo ilegal de juegos electrónicos creció un 5% respecto al año anterior, provocando daños a la industria estimados en 203 millones. Para Gómez, la solución pasa por identificar a los responsables de los sitios web y plataformas que ofrecen videojuegos pirateados. “Sería deseable un cambio regulatorio para imponer obligaciones de transparencia en las bases de datos de nombres de dominio (WHOIS) sobre los datos de registro, que actualmente aparecen mayoritariamente anónimos”, dice el experto.

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En esta línea, Tolmos apunta que, dada la intensa competitividad del mercado global de los videojuegos, «en el que aparecen minijuegos a creaciones de varios millones de euros», lo ideal sería que el legislador español dotara de herramientas legales que lo hicieran Minimizar el riesgo de infracción de la propiedad intelectual y así facilitar el camino a los pequeños creadores. «Cada vez son más las empresas preocupadas por su propiedad intelectual que incluso necesitan demostrarlo para poder competir en licitaciones contra empresas y gobiernos de otros países», añade el director general de Registrasoft. En este sentido, la propuesta de Sánchez-Bleda es “apostar por un régimen de protección legal específico para los videojuegos, que establezca un proceso único para la defensa de los juegos electrónicos en su conjunto”.

Algo con lo que no está de acuerdo Ordúñez, quien considera que el hecho de que los videojuegos no figuren en la lista de obras sujetas a protección bajo la ley de propiedad intelectual no significa que la legislación española no sea suficiente para regular el marco legal que representan ”, sin embargo. complejo puede ser «. Naturalmente, el abogado recomienda completar la protección que brinda el derecho de autor de los distintos elementos del juego electrónico con el que otorga la propiedad industrial. Así, es posible registrar como marca el nombre del videojuego, su logo y el nombre e imagen de sus personajes ”, explica.

El contrato de garantía

En particular, para proteger el Software del videojuego, además de los derechos de autor que se derivan del mero hecho de la creación original, y el secreto industrial derivado de la firma de contratos y actos de confidencialidad, existe otra vía: la depósito. A través de él, explica Sánchez-Bleda, el desarrollador del programa entrega una copia del código fuente a un tercero de confianza (agente depósito), papel que suele desempeñar el notario o el notario.

Tolmos agrega que este mecanismo también permite la continuidad del negocio de los licenciatarios, ya que evita que el programa informático se agote en evolución en caso de que la empresa propietaria de los derechos de propiedad intelectual de ese programa desaparezca del mercado.