abril 26, 2024

Fallece el ex presidente de Nicaragua Enrique Bolaños Geyer, alférez anticorrupción | Internacional

Fallece el ex presidente de Nicaragua Enrique Bolaños Geyer, alférez anticorrupción |  Internacional

El expresidente de Nicaragua Enrique Bolaños Geyer falleció la noche del lunes a los 93 años en su casa en las afueras de Managua, informó su familia a través de las redes sociales. Político conservador, llegó a la presidencia de Nicaragua tras derrotar por amplia mayoría a Daniel Ortega en las elecciones de 2001, pero su mandato estuvo condicionado por las artimañas políticas del líder del Frente Sandinista, quien a través del control de sindicatos y organizaciones sociales levantamientos organizados para desestabilizar al ejecutivo. Su mayor legado fue su lucha contra la corrupción, una cruzada personal, que generó una tormenta política en Nicaragua, cuando anunció la investigación contra el expresidente Arnoldo Alemán, quien sería imputado y condenado por malversación de las arcas del Estado. Esa batalla legal, si bien generó un gran reconocimiento internacional, también la devastó políticamente.

Enrique Bolaños Geyer

Bolaños Geyer era un acérrimo antisandinista, pero durante su mandato tuvo que negociar con Ortega. En la década de 1980, durante el gobierno revolucionario, fue presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), la asociación de empleadores de Nicaragua, y creía firmemente en el fomento de la inversión como principal vía para sacar al país de la pobreza. Su lema de campaña fue «arremangámonos», que es una invitación a los nicaragüenses a ponerse manos a la obra. Heredó de su antecesor, Arnoldo Alemán, un país devastado por el huracán Mitch en 1998, que provocó más de 3.000 muertos, 700.000 personas sin hogar y millones en pérdidas de infraestructura.

Alemán fue un político querido en las regiones rurales del país, donde trajo ayuda con los fondos que recibió de Nicaragua para la reconstrucción después del huracán, pero ese cariño se cortó con desprecio cuando Bolaños destapó los casos de corrupción del político, quien desvió más de cien millones. dólares en arcas personales, lo que le valió uno de los presidentes más corruptos del mundo, y que su nombre apareció en la Lista de los más buscados del FBI. Gracias a los esfuerzos de Bolaños y su lucha contra la corrupción, Alemán (1997-2002) fue condenado a 20 años de prisión en 2003 por hurto masivo de dinero público.

Alemán había negociado un acuerdo político con Daniel Ortega, llamado El trato, a través del cual se distribuyeron las instituciones nicaragüenses: nada se movía en Nicaragua sin la aprobación de ambos caudillos. El político le estaba dando a Ortega un espacio importante a cambio de su destitución: ya había negociado una reforma que modificaría el porcentaje necesario para acceder a la Presidencia, del 45% al ​​35% siempre que haya una diferencia de cinco puntos entre el candidato de el primer y segundo lugar; Alemán entregó el control de la dirección de la Asamblea Nacional a Ortega una vez que asumió el poder en 2007; Alemán permitió que los diputados de su partido, el PLC, presuntos opositores, apoyaran las iniciativas del Frente Sandinista de Liberación Nacional en el Parlamento, convirtiéndose en bailarines en la danza del pacto; y dejó que sus magistrados de la Corte Suprema hicieran la vista gorda cuando se permitió la reelección de Ortega, hasta entonces prohibida. El expresidente también fue un paso importante en la división de la oposición, de la que se benefició el Frente Sandinista en las elecciones.

Esa lucha por el poder agotó al gobierno de Bolaños Geyer, que tuvo que hacer malabarismos no solo con dos poderosos bloques políticos de oposición (Liberali Alemanni; Sandinisti di Ortega), sino que también tuvo que enfrentar la desestabilización provocada por los continuos levantamientos de sindicatos y estudiantes, capaz de paralizar a Managua y otras ciudades del país. “El sandinismo es lo único que sabe. El capricho, el garrote, la sangre, el asalto, la multitud, el fuego, la revuelta. ¡Muy triste! Deberían ser civilizados algún día ”, dijo Bolaños Geyer.

A pesar de las continuas crisis, Bolaños Geyer logró estabilizar la economía nicaragüense, firmó el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Centroamérica, denominado Cafta. También negoció con la comunidad internacional la condonación del 80% de la deuda que aqueja a Nicaragua y, además, generó incentivos a la inversión que han permitido un crecimiento económico sostenible, a niveles que Nicaragua no conoce desde hace décadas. Al enfocarse en la macroeconomía, su administración se ha olvidado de los más pobres, una bolsa que Ortega siempre ha utilizado. También fue un político muy conservador: durante su gestión, en 2006, se aprobó la criminalización total del aborto, con los votos del Frente Sandinista, en un guiño de Ortega a las clases conservadoras en su afán de recuperar el poder en Nicaragua, que logrado en 2007.

Luego de su retiro de la política, Bolaños Geyer comenzó a crear una enorme biblioteca virtual con su nombre, que para él, amante de la tecnología, sería su principal legado para los nicaragüenses.

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