abril 25, 2024

Juan Carlos Campo, ministro de Justicia: “No había alternativa al perdón” | España

Juan Carlos Campo, ministro de Justicia: “No había alternativa al perdón” |  España

El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo (Osuna, Sevilla, 60), ha pilotado una decisión que marcará el gobierno de Pedro Sánchez: gracias a los líderes independentistas condenados por sedición. Admite que no hay garantía de éxito, pero argumenta que no había alternativa. Ante el diálogo con los separatistas, considera «implantable» una amnistía o un referéndum concertado.

Pregunta. ¿Hubo desde el principio la creencia de que los presos deberían ser indultados por utilidad pública o fue el resultado de una evolución?

Respuesta. Es el resultado del análisis de muchos problemas. Esto se nos pide cuando pedimos perdón, no es una decisión que venga del gobierno. Y a partir de ahí, comienza a formarse un cuerpo de opinión a nivel individual y gubernamental. La madurez de la propuesta culmina con las gracias parciales.

r. El presidente, Pedro Sánchez, les aseguró que cumplirían íntegramente su condena. El gobierno se ha rendido aunque sea por el interés general, ¿cómo se defienden?

r. No es un problema de entrega, sino de convicción. No había alternativa al perdón. Esto ya lo habían hecho otros y fallaron. El gobierno respeta la sentencia del Tribunal Supremo, pero mientras la unidad de España se ha restablecido en segundos [tras la declaración unilateral de independencia], la fractura de la sociedad se ha agudizado. Y la función de un gobierno es eliminar los obstáculos para garantizar la convivencia.

pag. Dijiste que no había alternativa al indulto, ¿ha analizado el gobierno ese escenario?

r. Sí, y la conclusión es que das [rechazar] las disculpas negativas no eran la solución porque el problema no se resolvería. Hay momentos en los que los gobiernos tienen que poner elementos positivos para cambiar las cosas. No tenemos ninguna garantía de que esto tenga éxito, pero no nos perdonaríamos por no intentarlo.

pag. Ha habido indultos controvertidos, pero pocos con la oposición del tribunal y la fiscalía. ¿Pesó algo esta opinión?

r. Ha sido muy apreciado. Pero no son relaciones vinculantes y lo que debe hacer es explicar por qué el gobierno ejerce esta discreción. Es cierto que estos informes se refieren más a la justicia y la equidad. Las razones de utilidad pública son las que el Gobierno pone sobre la mesa. La jurisprudencia de la Corte Suprema ha sido muy estudiada y hasta qué punto su control llega a un acto político.

pag. ¿Le sorprendería que los recursos estuvieran prosperando?

r. Se lleva una propuesta al Consejo de Ministros pensando en una corrección absoluta. Esperamos que así sea y que no haya reproches del Supremo.

pag. La Corte Suprema determinó que perdonar a los prisioneros era una autocomplacencia. ¿Entiende que es cuestionable perdonar las cabezas de sus socios de investidura?

r. Las opiniones son perfectamente admisibles, lo que no significa que sean compartidas. Pero la lectura del artículo 102 de la Constitución y la doctrina al respecto muestra que el Gobierno no puede perdonarse a sí mismo. No voy a decirle a la Corte Suprema cómo va a fallar, pero tengo claro el criterio que se siguió para proponer el indulto.

pag. Algunos reclusos han despreciado el perdón, ¿hubieras querido una actitud diferente?

r. Claro, sin duda. Pero eso no es lo que más nos preocupa. Lo importante es el interés general y este por encima del de los beneficiarios de la gracia. ¿Qué otras actitudes me hubiera gustado? Bueno, sí, pero no pasa nada. Y es por eso que la ley no requiere arrepentimiento para perdonar.

pag. La justificación legal del indulto es de utilidad pública. Pero, ¿hubo también razones de justicia o equidad?

r. El gobierno se centró en los de utilidad pública. Esta no es una revisión del fallo. No es una cuestión de justicia o equidad.

pag. ¿Han decidido no perdonar el delito de malversación de fondos?

r. El perdón se refiere a una pena, los dos delitos no se eliminan, ni un delito y el otro no.

pag. El PSOE ha pedido al Congreso, como portavoz de Justicia, una reforma de la ley de indultos para excluir los delitos de corrupción. ¿No lo defenderías más?

r. Las circunstancias actuales hacen que se perdone parte de la condena penal, en determinadas condiciones y en interés general.

pag. Los expedientes aluden a que muchos ciudadanos piensan que las sanciones han sido desproporcionadas. ¿Tu crees?

r. No, ellos fueron los que procedieron en la Ley. No han conseguido romper la unidad de España porque está garantizada por la Constitución, pero la fractura social continúa.

pag. Si las penas no son desproporcionadas, ¿debería reformarse el delito de sedición?

r. Sí, hay que hacerlo. No solo para reformar el delito de sedición o rebelión, sino que es necesario tocar todos los elementos del orden público como bien jurídico protegido. No se trata de rebajar la pena en uno u otro delito, sino de articular una adecuada respuesta jurídico-penal. Cuando esté finalizado, se discutirá.

pag. ¿Penalizará la desobediencia reiterada al derecho constitucional?

r. Es el tema de estudio. Le damos poderes al Tribunal Constitucional, pero no hemos establecido respuestas a estos comportamientos. Debes ver. Y vea cómo lo tratan en otros países y abrazan el modelo que más se asemeja a nuestro sistema.

pag. ¿Podría la reforma de la sedición beneficiar a Puigdemont, asume el gobierno?

r. Lo que quiere el gobierno es que los que han huido de la justicia sean responsables de ello. Cuando se cambia un Código Penal, no se hace pensando en alguien, sino pensando en general.

pag. Con la reforma que están preparando, ¿Puigdemont sería arrestado, detenido y encarcelado si regresara?

r. La reforma del Código Penal no es a corto plazo, es una ley orgánica que tiene un marco temporal bastante generoso.

pag. ¿El indulto refuerza los argumentos de los condenados ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos?

r. Absolutamente. El derecho al indulto está reconocido en todos los ordenamientos jurídicos, la propia Corte Europea afirmó que deben existir mecanismos de clemencia.

pag. ¿Una victoria de los presos en Europa pondría en tela de juicio el juicio más importante de la historia reciente de España?

r. Lo que tengo claro es que, con esta difícil disposición que muchos pueden malinterpretar, la convivencia gana.

pag. ¿Debería reformarse también la ley del indulto?

r. No está bien hablar de cambios legislativos en situaciones específicas. Deben ser el resultado de un análisis de los pros y los contras.

pag. ¿Pero es uno de sus objetivos reformarlo?

r. No, no está en duda.

pag. ¿Estaría usted a favor de reformarlo para excluir del indulto determinados delitos como propuso en su momento el PSOE?

r. Soy partidario de discutir todo y, si hay consentimiento, de poder transformarlo en ley.

pag. La presidente Aragonès dijo que era hora de la amnistía, del derecho a la autodeterminación y de un referéndum acordado. ¿Está descartando un cambio legal para dar cabida a alguna de estas iniciativas?

r. El gobierno quiere fomentar el diálogo y lo hace con el sistema legal actual. La idea de una amnistía es implantable; la idea de un referéndum acordado es implantable. La amnistía supone el olvido y el perdón supone el perdón para construir a partir de ahí, pero sin olvidar que en 2017 hubo algunos hechos muy graves que no deben repetirse.

pag. ¿Qué gesto espera ahora de los separatistas?

r. Esperamos una actitud de diálogo constructivo dentro del marco legal.

pag. La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa apoya el indulto y la retirada de Euroordini a los independentistas que han huido. Lo compartes?

r. No estoy de acuerdo con el método ni con la solución, pero respeto todos los pronunciamientos. Tengo muy claro que somos un Estado de derecho de primera clase, una democracia completa. Y en pleno cumplimiento de la separación de poderes.

pag. ¿Tiene miedo de que se equipare a España con Turquía?

r. Por supuesto que me preocupa porque es un gran borrón.

pag. ¿Y por qué sucedió?

r. Tienes que preguntar a la Asamblea.

pag. ¿No le preguntaste al gobierno oa ti como ministro?

r. El gobierno es muy respetuoso con las organizaciones internacionales. Si creen que deberían haberlo votado, lo sabrán.

pag. Después de lo que sucedió en la pandemia del covid-19, ¿necesitamos reformar las leyes de salud?

r. Creo que debemos mantenernos al día con la tasa de vacunación actual. Tenemos una empresa que sabe luchar en los momentos más críticos y debemos poner toda nuestra energía para aplicar bien los fondos de relanzamiento y poner el país donde todos queremos

pag. Pero aparte de eso, ¿cree que es necesario reformar las leyes de salud?

r. Creo que debemos enfocar todos nuestros esfuerzos en la recuperación del país.

pag. ¿Tiene el gobierno algún plan b para persuadir al PP de renovar el Consejo General del Poder Judicial? ¿Está considerando reformar el sistema de elección de miembros para que esté listo para la próxima renovación?

r. La única fórmula que existe es hacer entender al PP que el cumplimiento de la Constitución no tiene excusas. Necesita ser renovado. Podemos hablar de soluciones, pero tengo claro que no hay alternativa a la renovación. No podemos jugar con las instituciones. No podemos llenarnos la boca diciendo, por un lado, que hay que respetar la Constitución y, por otro, no respetarla. Invito al PP a cerrar un pacto que, por otro lado, ya está muy cerrado.

pag. ¿Hay algún plan para desbloquear si el PP no acepta el trato? ¿Está completamente excluida la reforma legal para cambiar la mayoría necesaria?

r. Ésta es una cuestión resuelta. El primer ministro ya dijo que estaba en el congelador. Los grupos parlamentarios lo han retirado y ya no está en discusión.

pag. Están trabajando en la reforma de la ley procesal penal (Lecrim) para dejar, entre otros cambios, la investigación de casos penales en manos de los fiscales. Pero al consejo fiscal no le gustó el proyecto de ley. ¿Debería mejorarse el texto?

r. Tomo la crítica con un carácter enriquecedor porque para ello se requieren relaciones. Cuando presenté el borrador dije que esta era la primera palabra, pero no la última, porque la última palabra la darán las Cámaras. Todas las críticas restrictivas serán hechas, discutidas y ojalá admitidas con el mayor consentimiento. Cuanta más voluntad podamos agregar a un texto tan importante, mejor será para todos nosotros.