La libertad de elección de los centros educativos en Madrid, a la vista: ¿existe cuando se reducen las plazas? | Madrid

La libertad de elección de los centros educativos en Madrid, a la vista: ¿existe cuando se reducen las plazas?  |  Madrid

Una persona puede querer un vestido rojo cuando entra a una tienda pero sale con uno verde porque solo ha tenido la opción entre azul y verde. Posteriormente, la tienda explicará que no tiene y ya no tendrá vestidos rojos porque durante ese tiempo el 90% de sus clientes se han llevado vestidos azules o verdes, lo que demuestra que los rojos ya no tienen éxito. Con este sencillo ejemplo, el sindicato CC OO ha denunciado a la Comunidad de Madrid pero en lugar de ropas rojas habla de plazas disponibles en la educación pública. No se puede elegir un lugar que no existe porque la Administración lo ha retirado previamente del mercado. ¿Existe libertad de elección frente a lo que no existe? El debate está sobre la mesa. Y pronto en la corte.

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El sindicato presentó un recurso administrativo-contencioso contra la Administración ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) precisamente con el principal argumento que plantea el PP para defender la libertad de elección de las familias que solicitan y eligen centros concertados. Solo ahora la teoría se vuelve en su contra. Luego de una denuncia escrita enviada por el gremio a cada Director del Área Territorial (son cinco) solicitando más lugares públicos, la directora del área territorial de la capital, Coral Báez, respondió con otra carta y con una sentencia que Sorprende especialmente a los servicios jurídicos CC OO: “la libertad de elección no es un derecho absoluto”. El líder sostiene que el respeto a un derecho constitucional de trascendencia siempre dependerá de la existencia de lugares en un centro determinado.

El debate teórico sobre este derecho apunta a los números como arma arrojadiza. Dado que los centros educativos no pueden estirarse como un chicle, tienen limitaciones de espacio. Y todo el conflicto gira en torno a esa premisa. Si un vecindario con 7,000 menores elige masivamente una sola escuela de 400 asientos, la lógica sugiere que la gran mayoría tendrá que buscar otra opción. Ahora bien, ¿se dejan descubiertas las aulas vacías para dirigir a los estudiantes a otros tipos de educación? El sindicato defiende que la Comunidad de Madrid ha cerrado unidades ya existentes sin justificación y la Administración, a través de Báez, defiende lo contrario y asegura que se mueve en función de la oferta y la demanda.

Los directivos de los centros consultaron el pasado mes de marzo el sistema de información de gestión de Raices para ver qué unidades dispondrían el próximo año. Esta consulta fue necesaria para abrir el trámite de admisión y ofrecer más o menos plazas. Y en ese momento, el sindicato recabó la información, a través de la misma plataforma que maneja su propia administración. Los resultados posteriores fueron los siguientes: 4.743 estudiantes de la capital no obtuvieron la primera opción de lugar. La Comunidad niega y rebaja las cifras a 1.916.

En concreto, el 96,19% de los aspirantes a la educación infantil de tres años obtuvieron plaza en la primera opción y el 94,23% de los aspirantes a la Educación Secundaria Primaria Obligatoria (ESO) en los centros pertenecientes a DAT Capital ”, escribe el director Báez. Todo un acierto.

CC OO insiste en que sus datos sean recogidos con las listas definitivas de admitidos y no admitidos del 3 de junio. Pero más allá de que el dato sea correcto, María Eugenia Alcántara Miralles, inspectora de educación y secretaria sindical de Política Social e Igualdad, vuelve a poner sobre la mesa el ejemplo del vestido rojo y argumenta que si una familia acude a un instituto a preguntar si hay Es un lugar y no lo hay, no lo piden directamente, tanto es así que muchos por ciento del Ministerio de Educación están pervertidos desde el principio.

“La Administración en enero o febrero decide qué unidades cerrarán el año siguiente y reorganiza la oferta formativa. De esta forma, en abril, los directores saben qué lugares tienen. Es cierto que algunos centros no pueden ampliar sus aulas, pero otros sí. Hay que hacer un estudio de centro a centro, pero no se hace ”, explica Alcántara.

Los números para el próximo año

La alegría de los números (o el dolor) también pasa por los barrios. Para el próximo año académico, la zona norte de la región encontrará 365 aulas menos (de las cuales 352 son unidades creadas por el covid); en la capital habrá una supresión de 1.333 (1.280 de los del covid); en el occidente de la región 362,5 menos (349 del covid); en el sur 1768,2 menos (1,655 creado por el covid); y en el este 831,5 (792 para el covid). Esta reducción de unidades significa que el sistema educativo tendrá 5.270 docentes menos, según el estudio sindical.

De esta forma la oferta es limitada y la demanda se concentra entre las disponibilidades. “Es evidente que el gobierno de Díaz Ayuso no es amigo de la libertad, sino del monopolio. Para muchas familias, en la Comunidad de Madrid de Ayuso no hay alternativa ”, afirma Isabel Galvín, portavoz de Educación de CC OO.

Báez, por el contrario, asegura que la demanda de plazas debe ser considerada globalmente entre todos los centros educativos expresados ​​en la solicitud de plaza y otorga a la administración escolar la competencia para asegurar que exista una oferta adecuada para atender la demanda manifiesta «con el ‘ intención última de conceder la primera opción solicitada y no con la obligación de dar lugar a la primera opción ”. Sin embargo, según Alcántara, esto no es lo que dice la propia normativa de la Comunidad de Madrid, que se refiere a la demanda de centro a centrar.

El director del ámbito territorial de la capital también sostiene que el derecho de elección del centro educativo legalmente reconocido a los padres, si bien es un derecho constitucional implícito en el derecho a estudiar, no debe entenderse como un derecho absoluto de aplicación automática. . “Es constitucionalmente válido que las autoridades públicas, en su deber de planificación general de la educación, garanticen la calidad de la misma, estableciendo una relación alumno / unidad, sin que ello vulnere en modo alguno el derecho a elegir el centro”, conchiglie.

Entonces, el tribunal tendrá que decidir qué es el huevo y qué es la gallina en este caso. Si más del 90% de los solicitantes tuvieran efectivamente la primera opción, como dice el gobierno regional, o si las familias fueran referidas por la Administración, como afirma el sindicato. Alcantara concluye: “Es difícil para la gente protestar contra lo que no ven. Es como si después de entrar en la tienda todos estuviéramos en la puerta porque queremos vestidos rojos. Al final, coge el verde, que es lo más fácil ”.

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Por: Agustín Oquendo

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