abril 16, 2024

La Tierra plana de Kyrie Irving, el nuevo socio de Doncic | deportados

La historia de la NBA está llena de malditos. Tipos malos, juguetes rotos. Estrellas que se burlaron del sistema y se saltaron las normas. A esa familia pertenece a Kyrie Irving, el base estadounidense que los Dallas Mavericks acaban de presentar procedente de los Brooklyn Nets para acompañar a Luka Doncic en la búsqueda del anillo. Terraplanista, antivacunas, conspiranoico, polémico por naturaleza. Hay un gran juez. El ruido ha caminado paralelo al talento.

Nada es común con Kyrie Irving, nacido en Melbourne (Australia) hace 30 años y con doble nacionalidad. Que en 2016 fue campeón de la NBA junto a LeBron James en los Cleveland Cavaliers, título dentro de una serie de tres finales seguidas, no pareció sino la confirmación de la gloria a la que estaba destinada. Pero pronto comenzaron los incendios, dentro y fuera de la pista. Irving quiso volar solo, sin la sombra de El Rey, y una temporada después vistió el verde de los Celtics. Castigado por las lesiones, solo aparecieron dos cursos antes de unirse en 2019 a los Nets, donde coincidieron luego con James Harden y Kevin Durant, la creación de un trío que parecía demoledor. No fuego. Harden emigró y nuevos problemas físicos y el largo historial de salidas de tono de Irving fueron más protagonistas que sus canastas.

Hasta la pandemia, Irving era un extravagante. Sostenía que la Tierra podía ser plana, que John Fitzgerald Kennedy fue expulsado por la «mafia bancaria» y que la CIA creó a Bob Marley. Tocaba el saxofón y seguía una dieta basada en plantas. También donó miles de dólares a los sioux (su madre, Elizabeth, era descendiente de la tribu), se tatuó su logo en la cazoleta y participa en el torpedeo de un oleoducto en Dakota. Incluyendo una casa a la familia de George Floyd, el ciudadano negro asesinado por la policía.

Cuando aprovechó la crisis del coronavirus, Irving negó a vacunarse, en contra del 97% de los jugadores de l’NBA, y su firme postura le impidió jugar como local con los Nets, puesto que el estado de Nueva York prohibía el acceso a los recintos deportivos a quien no estuviera inoculado. El club le apartó de los entrenamientos y dejó de ingresar más de 15 millones. No jugaría esa temporada hasta el 5 de enero de 2022, en Indiana. Tardaría poco en liarla porque 15 días después de la NBA la multó por insultar a un aficionado de los Cavaliers. En abril, lo mismo con un seguidor de los Celtics. Sus dos exequipos. En marzo, tras cambiar la legislación, pudo debutar en casa. Solo jugó 29 partidos en campaña. Irving fue nombrado vicepresidente del sindicato de jugadores y donó 1,5 millones a las jugadoras de la WNBA por nuestra participación en la burbuja de Orlando.

De charco a charco. En noviembre pasado, Irving compartió en las redes sociales el documental antisemita Hebreos a negros: Awake, Black America (De judíos a negros: despierta, América negra). Pesa en los anuncios de los Nets, y la preocupación del FBI, si usted negó pedir disculpas hasta que fue suspendido cinco partidos de empleo y sueldo y Nike rompió su contrato con él. Adiós al negocio de las zapatillas Kyrie 8. «Hemos hecho repetido intenciones de trabajar con Kyrie para ayudarle a sentir el daño y el peligro de sus palabras y acciones, que comenzó con la publicación de una película que contiene un odio antisemita profundamente perturbador. Se le ha dado la oportunidad de decir que no tiene esas creencias pero no lo hizo», lamentó su equipo. El base se retractaría poco después: «No quiero recordar el Holocausto ni perpetuar el odio. Estoy arrepentido. Aprenderé». Volvió ha echarse la mano al bolsillo Quiso dar 500.000 dólares a diversas organizaciones, pero esta vez su dinero fue rechazado Irving ha acumulado más de 200 millones de ganancias solo en salario en su carrera.

Ese es el hombre que compartirá vestuario con Doncic. Campeón de la NBA con 725 partidos en La Liga, incluidos 27,1 puntos, 5,1 rebotes y 5,3 asistencias de los medios, esta ha sido una posibilidad remota. En la puja entraron los Lakers, con el beneplácito de Magic Johnson y con la opción de incluir a Russell Westbrook, pero con la condición de la particular convivencia con LeBron. «Tal vez sea yo», tuiteó James cuando conoció el traspaso a Dallas. En los Mavericks, Irving vuelve a empezar, aunque el próximo verano será agente libre. Con el balon hay pocas dudas. Sin él, la Tierra puede volver a ser plana.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook allá Gorjeoo apuntarte aqui para recibir boletín semanal.

Suscríbete a seguir leyendo

Lee los límites del pecado