Un joven senderista falleció el pasado sábado en un accidente tras caer 30 metros al vacío en la montaña más alta de Cataluña: Pica d’Estats (3.143 metros), en el municipio de Lleida de Alins, en los Pirineos. A pesar de su altura, es una de las montañas más transitadas de la comunidad y debido a la pandemia de covid, algunos fines de semana se ha saturado de senderistas en sus accesos menos técnicos. Los bomberos de la Generalitat informaron este domingo que ayer sábado, a las 16:32, rescataron el cuerpo tras ser notificado, pasadas las dos de la tarde, a través del botón de emergencia del refugio Sotllo, a más de 2.000 metros de la di altura. en el Parque Natural del Alt Pirineu. El muro tenía unos treinta metros de largo y estaba ubicado en una zona inaccesible. El fallecido formaba parte de un grupo de excursionistas que se había separado del grupo tras intentar una ruta más difícil de lo esperado.
A continuación, los bomberos activaron un helicóptero con personal del Grupo de Acción Especial (GRAE), la sección especializada de salvamento de montaña del Cuerpo de Bomberos de la Generalitat, y un médico especialista en rescates del Sistema de Emergencias Médicas (SEM). Cuando llegaron con la víctima, un joven, no pudieron hacer nada para salvarle la vida, informó el cuerpo de socorro. Los bomberos, a su vez, alertaron a los Mossos d’Esquadra y el avión de rescate voló para transportar a una tripulación del Grupo Montagna al lugar del accidente para investigar el accidente y levantar el cuerpo.
Precisamente este fin de semana los bomberos intervinieron en una veintena de rescates de personas en el entorno natural, incluido uno en Vilanova de Meià (Lleida), donde tres escaladores quedaron bloqueados a una altura de 150 metros en la Via del Buitre en la cara de Zaratrusta. Los escaladores no pudieron recuperar la cuerda y no pudieron ascender ni descender. A pesar de que se activó un helicóptero con los integrantes del grupo de espectáculos especiales, finalmente los jóvenes pudieron bajarse por sus propios medios.
Durante las vacaciones de Semana Santa, los Bomberos de la Generalitat vivieron una auténtica avalancha de salvamentos hasta alcanzar cifras récord en la montaña. La saturación en zonas del Pirineo llevó a la Generalitat este año a desarrollar un plan coordinado con los municipios situados a los pies de los parques naturales y de montaña más saturados para prohibir el acceso a los coches en determinadas zonas. A la Generalitat le preocupa que, si bien el Departamento de Interior estableció un plan que estaba en marcha en 2017 para cobrar rescates para desalentar comportamientos descuidados en la montaña, los rescates, lejos de disminuir, se han incrementado en los últimos años.
La falta de encierro en la comarca, la apertura de algunos refugios hasta ahora cerrados y las vacaciones han hecho que la costa catalana, los ríos, la montaña y los parques naturales se llenen de senderistas, montañistas y esquiadores de montaña. Los bomberos llevan meses advirtiendo que en muchas ocasiones los viajes se realizan sin el material o las condiciones climáticas adecuadas. En los meses de septiembre las actuaciones tienden a aumentar: del 1 al 12 de septiembre de 2019 realizaron 49 actuaciones; en 2020, 95; y este año 121. Desde el 1 de enero de este año, los bomberos han realizado 1.379 servicios de rescate en el medio natural.