El incendio forestal en la zona de Navalacruz (Ávila) a partir de esta mañana de sábado comenzó a evolucionar favorablemente tras las labores de extinción de incendios de la noche del domingo. Las llamas, que afectan a más de 10.000 hectáreas, siguen incontroladas, pero estos avances y la reintegración de los vehículos aéreos desde la madrugada del lunes, según ha informado la Junta de Castilla y León, nos permite afrontar las tareas de extinción con más optimismo.
La evolución del incendio a lo largo del fin de semana, con especial gravedad el domingo, provocó la evacuación de unas 1.000 personas residentes en los municipios de Riofrío, Sotalbo, Villaviciosa, Palacios y Robledillo. Los brotes no llegaban a los hogares, pero en muchos casos estaban muy cerca, a unos 50 metros, y hubo que contenerlos con la colaboración de los vecinos y el trabajo de los agricultores y ganaderos, que recurrieron a sus fuentes de agua o pequeños cortafuegos. para salvar sus hogares.
El dispositivo desplegado en la zona incluye a más de 500 personas, incluidos varios frentes de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que llegaron de diversas comunidades. La exigencia de fuego, que se mantiene en un nivel 2 en un rango de 0 a 3, requirió la coordinación de recursos de la Consejería de Medio Ambiente, la Junta de Castilla y León, el Gobierno de Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid. además de los medios locales.
El tramo de mayor riesgo sigue correspondiendo al puerto de La Paramera, pero el delegado territorial de la Junta en Ávila, José Francisco Hernández, explicó a Cadena Ser que el uso de la carretera nacional N-403 ha permitido limitar la propagación. de llamas. «Hemos controlado bastante el fuego», dijo Hernández, quien advirtió que el aumento de temperaturas a partir de las 12 de la mañana del lunes podría reavivar la virulencia de un incendio que tiene un perímetro de 80 kilómetros, el doble de lo estimado el domingo. . Asimismo, la ola de calor que elevó las temperaturas a unos 40 grados durante el fin de semana ha comenzado a amainar y las máximas no superarán los 31 grados este lunes, según las previsiones.
Fuentes presentes en los dispositivos de extinción aseguraron que la enorme extensión del frente de fuego impidió que los vehículos terrestres desplazados desde Ávila pudieran realizar labores de extinción desde el interior, por lo que apenas tuvieron oportunidad de atacarlo por los flancos. A su vez, temían este domingo por la tarde que la llegada de la noche, que implica la suspensión del vuelo de hidroaviones y aeronaves por mala visibilidad, dañe el control del fuego. Sin embargo, según lo informado por las autoridades y confirmado por Jesús Martín, agricultor de la zona afectada, hubo una noche propicia para contener el incendio forestal. Martín, quien apenas ha dormido desde que la región comenzó a arder y desde entonces ha colaborado para frenar su avance, reconoce que fue una noche «tranquila» pero que la perspectiva sigue siendo «desoladora» cuando miran el entorno quemado. columnas de humo que se veían desde decenas de kilómetros de distancia. El incendio, según ha confirmado la Junta de Castilla y León y corroborado por vecinos de la localidad, se inició cuando el motor de un coche se sobrecalentaba y empezó a arder el sábado por la mañana. Las llamas se extendieron inmediatamente a la zona boscosa cercana a la carretera.
La proximidad del incendio a lugares que no estaban despejados, pero donde se recomendaba a la población que saliera para evitar riesgos, impulsó a la familia de Aitana González, de 20 años, a acudir a Ávila la noche del domingo para evitar problemas. La joven cuenta que vive en La hija de Dios, un pequeño pueblo que tenía «el calor de las llamas a 200 metros de distancia», y que incluso con la máscara de coronavirus le costaba respirar por la columna de humo y ceniza que la inunda. el lugar. “Fue surrealista”, apunta sobre la difícil noche del sábado, en la que ella y otros amigos les decían a los mayores que evitaran salir de casa mientras los ganaderos trataban de ayudar al ganado que pastaba en estos parajes de la Sierra de Gredos.