marzo 28, 2024

Protesta universitaria: UNAM se prepara para volver a clases tras la pandemia en medio de cientos de denuncias por deudas con profesores | Sociedad

Protesta universitaria: UNAM se prepara para volver a clases tras la pandemia en medio de cientos de denuncias por deudas con profesores |  Sociedad

La universidad más importante de América Latina está regresando a clases luego del encierro de la pandemia, lastrando un paro total o parcial en al menos 14 facultades y escuelas por deudas de hasta seis meses de sueldos para cientos de asistentes y profesores de la asignatura. La pandemia puso de relieve las precarias condiciones en las que trabajan estos docentes en el centro universitario más importante de México: bajos salarios, pagos incompletos o atrasados, ausencia de beneficios médicos y escasos incentivos a la productividad.

Con más de 360.000 estudiantes y una plantilla de 44.000 profesores, la UNAM ha enfrentado una crisis interna cada vez más profunda durante la pandemia desde marzo pasado. A fines de ese mes, más de 22 escuelas y facultades adscritas al centro universitario estallaron en huelga estudiantil para protestar por el impago de salarios, en algunos casos, desde el último semestre. Uno de los primeros centros educativos en suspender clases fue la Facultad de Ciencias, donde se estima que al menos 800 profesores de asignaturas y auxiliares docentes han dejado de percibir salarios. Efraín Vega, profesor de esta facultad desde hace más de 17 años, aseguró que solo en este centro el 80% de los docentes trabaja en condiciones precarias y con salarios bajos en comparación con profesores con base laboral. “Un docente de asignatura de tiempo completo en la UNAM tiene un salario promedio de alrededor de 10.000 pesos mensuales, a diferencia de un docente con fundación que tiene un sueldo básico de unos 30.000 pesos mensuales”, argumentó.

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Tras el estallido del paro, las autoridades universitarias reconocieron el retraso en los pagos en detrimento de los docentes de la asignatura, atribuyéndolo a complicaciones de la crisis sanitaria. A finales de abril, las autoridades universitarias anunciaron que ya se habían emitido 1.350 cheques de pago único para el semestre en curso. “Se están realizando los pagos de unas deudas que seguimos revisando con precisión y que serán cubiertas en los próximos quince días”, comunicó por escrito la universidad. Hasta la fecha, la Universidad asegura que ya se han cubierto más del 98% de los pagos. Sin embargo, docentes afectados advierten que las deudas solo se han cubierto parcialmente y que aún quedan decenas de docentes impagos, por lo que se mantiene la suspensión de actividades en un puñado de centros educativos.

El maestro Francisco Rivera camina por las aulas y pasillos de la Facultad de Ciencias de la UNAM desde hace 11 años. Es uno de los docentes que se vio afectado por la morosidad y aseguró que los impagos durante la crisis de salud fueron el colmo de una situación precaria que se arrastra desde hace años. “En la pandemia, la mano del docente era pesada, antes nos mandaban a casa sin herramientas para trabajar, nos adaptamos, pero una adaptación para enseñar online no es barata, es algo que tiene un costo y la universidad ignora muchos sentidos en la actualización. nosotros mismos, en brindarnos herramientas e Internet. Tengo mal sabor de boca porque nos tratan como si fuéramos maestros de tercer o cuarto grado cuando no debería haber tal discriminación ”, dijo.

Además de la cobertura total de pagos e incentivos debido a los auxiliares docentes y docentes de la asignatura, los manifestantes reclaman un aumento salarial del 175%, la ampliación del programa de promoción laboral, el reembolso de los gastos generados durante el teletrabajo y la garantía de que no enfrentar represalias. Este formulario de solicitud está avalado por los profesores de las ramas externas afiliadas a la Escuela Nacional de Idiomas y Traducciones Lingüísticas de la UNAM. “Cada trimestre, hay más de veinte maestros que reciben sus pagos con un retraso de dos a cinco meses. El trimestre de enero a abril fue especial porque como excusa pusieron el cambio en el sistema que utilizan para procesar los pagos «, dijo por escrito la Asamblea de docentes interesados. Esta facultad, integrada por unos 150 docentes, no forma parte de la El personal universitario como en otras escuelas y colegios Durante años estos profesores han estado pidiendo ser reconocidos como parte del cuerpo docente de la UNAM.

A estas solicitudes también se agregaron algunas solicitudes de estudiantes. Francisco Tiosol, un estudiante de física de la Facultad de Ciencias, agregó que está apoyando la reprogramación de semestres y las prerrogativas para los estudiantes que lucharon durante la pandemia. “Muchos compañeros han tenido dificultades para mantenerse al día con las clases en línea, algunos han tenido que trabajar para cubrir los gastos en casa y esto ha obligado a algunos a abandonar algunas asignaturas o su rendimiento no es el mismo”, dijo.

El movimiento de estudiantes y profesores se da en paralelo con el proyecto de regreso a clases de la UNAM. Esta semana, el personal de limpieza y desinfección de los espacios comenzó a trabajar y también los docentes comenzarán a regresar a las instalaciones para acceder a sus oficinas, equipos de trabajo y laboratorios, con el fin de continuar las lecciones a distancia. En todos los casos, la capacidad no puede superar el 30%. La institución anunció que la participación comunitaria podría incrementarse gradualmente una vez que el semáforo esté en verde y hayan transcurrido al menos tres semanas desde la vacunación del personal académico y administrativo.

A dos meses de iniciada la suspensión de actividades, los integrantes del movimiento destacan que lejos de llegar a una negociación con las autoridades universitarias han recibido amenazas e inhabilitaciones. “Obviamente a los dos meses ya no tiene la misma fuerza que al principio, algunas escuelas, algunas facultades han decidido insertar interrupciones escalonadas u otras formas de paro dadas las diferencias entre la comunidad universitaria”, reconoció el catedrático de 31 años. . Viridiana Pérez. Al igual que otros compañeros, Pérez agregó que existe cierto temor a futuras represalias por su participación en este movimiento, por ejemplo, que no se les asigne grupos en los siguientes semestres, que queden aislados o excluidos.

Los maestros desempleados reconocen que los estudiantes tendrán la última palabra sobre el movimiento. Un estudiante de la Facultad de Estudios Superiores de Iztacala, que pidió no mencionar su nombre por temor a represalias, aseguró que durante estas semanas de desempleo se sintió intimidado de que perderían el semestre. Sin embargo, indicó que seguirán en el paro aunque la UNAM regrese a las clases presenciales. «Lo que queremos es cambiar toda la estructura de pagos y contratos en la UNAM para mejorar las condiciones de trabajo y una mayor base. [de los profesores]», Aclaró.

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